Pachacuti

Un cambio de era

Carime, migrante boliviana, estuvo en La Paz el día de asunción de Luis Arce Catacora. En este artículo nos cuenta cómo vivió esos días.

Un Nuevo tiempo…

La cocina de mi abuela es hermosa. Ahí estamos ella, mi abuelo, mi hermana y yo viendo en una televisión muy pequeña el discurso de asunción como vicepresidente de David Choquehuanca. 

Una amiga y mi novio me llaman llorando. Todos estamos llorando, incluso mi abuelo, que sabemos que tiene prohibido, no sé… sentir. 

Choquehuanca dice: “voy a compartir un pensasiento durante unos minutos”, habilitando a todo el país a eso:  sentir. 

En la plaza principal de La Paz hay un reloj que gira al revés, hacia la izquierda. Cuando lo pusieron, Choquehuanca explicó que en los relojes solares del norte, la sombra va hacia la derecha, y en los del sur, hacia la izquierda. Desde ese momento sospecho que el vicepresidente es poeta. En su discurso dijo esto: “Nuestra verdad es muy simple, el cóndor levanta vuelo solo cuando su ala derecha está en perfecto equilibrio con su ala izquierda. La tarea de formarnos como individuos equilibrados fue brutalmente interrumpida hace siglos. No la hemos concluido y el tiempo de la era del ayllu, comunidad, ya está con nosotros”.

Choquehuanca dice: “voy a compartir un pensasiento durante unos minutos”, habilitando a todo el país a eso:  sentir.

Álvaro dice que el tiempo es cíclico, que tiene la forma de una ola. David, que estamos en el tiempo de apanaka pachakuti. Yo no sé, pero lo que es seguro es que estamos en otro tiempo. El día de la asunción, mi hermana, mi amiga Wara y yo nos levantamos temprano y fuimos cerca de la plaza principal. Chapacos, urus, cochalas, tinkus, mistura, cohetillos, comida aquí comida allá. Algún que otro barbijo. Ese país fuerte y rebelde. 

Wara nos contó que hace un año ella estaba ahí mismo, en esa misma esquina, viendo cómo la policía gasificaba* y golpeaba campesinos ancianos. Así, día por día, todxs fuimos recordando lo que pasó año antes, tragedia por tragedia, mientras caminamos las mismas calles, liberadas. 

Sé lo que hiciste el verano pasado

Hace un año gritaron fraude viendo videos de autos transportando cajas, hace un año la OEA, hace más de un año yo dije “última vez que le voto al Evo”, hace un año asesinaron a más de 20 personas, hirieron a más de 200, hace un año médicos se negaron a curarlos, hace un año a muchos no les importaba nada, porque creían que les iban a quitar sus casas, violar sus mujeres, hace un año muchxs se olvidaron de donde vienen, hace un año algunxs relativizaron un golpe de Estado, hace un año se quemaron unos buses Puma Katari, hace un año casi asesinan al presidente Evo Morales, quemaron su casa, hace un año había un video de un helicóptero disparando a una multitud, hace un año, una parte de la población se creía toda la población. 

Ahora, ¡qué mejor, pero qué complicado que está todo ahora! Nadie sabe cómo vamos a procesar todo lo que pasó. Mucha gente se dio cuenta, y mucha gente se dio la vuelta. Compañerxs se miran con desconfianza. Otros se reencuentran tras un fugaz y muy doloroso exilio. Hay una voluntad en el pueblo boliviano de no estar dividido y polarizado, pero todo fue muy violento y rápido.

Ahora, ¡qué mejor, pero qué complicado que está todo ahora! Nadie sabe cómo vamos a procesar todo lo que pasó. Mucha gente se dio cuenta, y mucha gente se dio la vuelta. 

El otro día se cumplió un año de la masacre de Sacaba. En el homenaje, las víctimas fueron nombradas una a una, hasta llegar a 9. Todos pertenecían a distintas organizaciones de base: sindicatos, organizaciones sociales y campesinas. Eran trabajadores que intentaban llegar, en una manifestación, a la capital de su ciudad. Fueron asesinados como perros. Los llantos en quechua, los llantos en español, se fueron transformando en gritos por justicia. Después en música y fiesta, como siempre. 

Bolivia vive una victoria, pero no pasó página. O quizás, pasó página pero las hojas son muy finas, y la tinta, desgraciadamente roja, traspasa. No deja leer con claridad lo que se está escribiendo.

Pero, aunque todo esté borroso, el pueblo ya ha comenzado a escribir su proceso de memoria y justicia. 

Fotos: Carime Morales Salomón

*Gasificar: Gasear (Ar.)

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El Chasquido es la revista del Colectivo Barrial Parque Chas.

El colectivo surgió en noviembre del año 2015, en medio de la coyuntura electoral, y decidimos seguir juntos, pensando soluciones y revalorizando la política como instrumento de transformación de la vida cotidiana. Trabajamos en el barrio, atentos al otro. Intentamos dar cuenta de nuestra realidad, analizar, pensar y actuar por fuera del discurso hegemónico de los medios de comunicación. Desde nuestra conformación hicimos ciclos de cine debate, peñas, recolección de material reciclable, charlas, encuentros. Seguimos en acción, nos escuchamos, debatimos, nos redefinimos en cada encuentro. Creemos en nosotros como comunidad. La inteligencia colectiva puede más que cualquier proeza individual. Nos reunimos periódicamente en asambleas abiertas. Estamos a la vuelta de cualquier esquina del barrio.