En junio de 1979 tenía 21 años e integraba un grupo musical llamado Quintral. Partimos a una gira de tres meses por varios países de Europa y la suspensión mundial de un modelo de avión -DC10- hizo que las escalas se multiplicaran y las esperas también. Luego de Río de Janeiro nos comunicaron que habría una escala en Monrovia – Capital de Liberia-, en el continente africano.
El descenso nos mostraba algo idéntico a Misiones; selva, tierra rojiza, ríos y arroyos.
Al bajar del avión por la escalerilla, esperaba un africano de piel bien oscura vestido con ropa blanco y, ante mi saludo en castellano me preguntó en inglés -ui ar iu from?-
-De Argentina- respondí.
Con una gran sonrisa y agitando alegremente los brazos repitió:
-Aryentina Marradona, Aryentina Diego Marradona!!-
En ese momento nos costaba creerlo. Diego aún no era el mito, pero ya era el símbolo de Argentina. Dos meses después la rompió en el Mundial juvenil en Japón y a partir de ahí no hubo más sorpresas.
En la URSS era Lolita Torres y Maradona, en Holanda Gardel y Diego y en Alemania el Che y Maradona.
Treinta años después se sumó Lío Messi.
Fotos: Vivi Prado (@vivianaprado60)