En una ciudad tomada por el cinismo y la insensatez, por la desidia y por los intereses de clase, nos venimos sumiendo en una mala suerte de tsunami sanitario, educativo y humano, sin precedentes.
No es novedad que, desde que la Capital Federal pasó a llamarse CABA, muchas cosas cambiaron, no sólo el nombre. Desde ese momento pareciera que vivimos más en una empresa que en una ciudad, pues así se fueron comportando sus dirigentes en todos estos años. Los recursos que debían destinarse a la Salud y a la Educación Pública pasaron directa o indirectamente, a través de subsidios y otras yerbas, al sector privado.
Sería largo de enumerar, pero lo pueden googlear si así les interesa. Todos los retrocesos que se vivieron en estos campos en los últimos 12 años de gestión Pro, recrudecieron en el período 2015/2019.
En estos días, en plena pandemia, esa falta de inversión se transforma en números.
Números de muertes y contagios que crecen cada hora sin que se les caiga una sola idea o un solo billete para paliar la situación.
Somos la ciudad con más ingreso per cápita.
Sabemos que sólo la gente en la calle puede parar esta suerte de genocidio encubierto, pero, dado que nos estamos cuidando, a pesar de tanto pregón en contra, nos sumamos a la propuesta de pegatinear en todos los lugares de cercanía posibles:
LARRETA NO TE CUIDA – #LoEsencialEsLaVida.
El objetivo no es sólo exigir que la ciudad respete el DNU vigente, sino también apoyar la lucha de la comunidad educativa “virtualidad para no enfermar”, para que se vacune al 85% del personal docente y no docente que falta vacunar, para que la Ciudad reconozca a lxs enfermerxs como profesionales de la salud, para que los hospitales porteños cuenten con los insumos necesarios…
No vamos a decir que no haga política con la pandemia, sí vamos a gritar que no haga “política partidaria” con ella porque, gracias a la política, hoy tenemos una esperanza: las vacunas.
Compartimos el registro de la pegatina.
Foto de portada: Paula Figueroa
Registro fotográfico colaborativo