El quebracho, la boa, el hombre

Masacres que hablan de patrones

Se cumplen 100 años de la masacre el 29 de enero de 1921 perpetrada por la empresa británica La Forestal en contra de sus hombres y mujeres de trabajo. En el marco de la revuelta y huelga por condiciones laborales dignas, la empresa, que llegó a ser la primera productora de tanino a nivel mundial, envía como respuesta a la Gendarmería Volante. Esta policía montada es creada por el gobierno provincial de Enrique Mosca, a pedido de la empresa y financiada por ella.

Se exacerba la brutal matanza

Saldo: persecución, tortura, violaciones, más de 500 muertos y una herencia a su paso de 2 millones de ha. de desmonte de quebrachales en el Chaco austral, inmensas fábricas de tanino y pueblos abandonados en tierra arrasada.

En estos días, en el predio de la ex fábrica de tanino de Villa Guillermina, en el futuro Parque de la Memoria y la Identidad de los Pueblos Forestales, se colocará un monumento para recordar a Teófilo Lafuente1 . Cofundador y primer secretario general del Sindicato de Obreros del Tanino y Anexos de La Forestal, Lafuente fue apresado y víctima de tremendas torturas. Luego de un largo martirio, lo desaparecen en el monte… (“Fue cuando el comisario Goñi ordenó a un teniente de la Gendarmería que por la noche condujera la víctima al monte y cumpliera “su deber”. El prólogo de la desaparición de personas que aplicarían medio siglo después los militares argentinos”)2.

Leo aquí y allá, remonto las venas de la historia y no puedo dejar de pensar en un patrón de masacres que hablan de patrones. Valga la redundancia…

Masacre de La Forestal, de la Patagonia, de Napalpí, de Oberá, de Rincón Bomba….

Obreros y obreras del tanino, hacheros, esquiladores, colonos tabacaleros, trabajadores y trabajadoras originarixs o inmigrantes, niñxs, todxs pobres. Siempre, al reclamo por condiciones laborales dignas y trato humano, la respuesta de los patrones sigue el mismo patrón: represión asesina con fuerzas uniformadas, las disponibles o las que se fabrican especialmente para la ocasión con la anuencia de una institución de Estado…

¿Cómo juega esto en la memoria colectiva? ¿En las memorias colectivas?

¿Qué valor tienen los silencios en la historia?  ¿Los olvidos…?

¿Cómo se construye la memoria histórica?

¿Qué lugar ocupa la violencia institucional?

¿Qué lugar ocupan los marginados como actores en el relato de la historia?

¿Qué lugar ocupan en las efemérides escolares?

“…Ojalá que en todo colegio secundario los docentes y alumnos se pregunten el porqué. El porqué de tanta crueldad contra los obreros, de tanta obsecuencia de los políticos de turno para con el poder económico…”  Osvaldo Bayer

Asociación libre y efemérides

También en 1921, mientras aquella masacre sucedía entre quebrachales, Horacio Quiroga escribía Anaconda y otros cuentos. Por esas cuestiones del pensamiento y de la asociación libre, su lectura me llevó fugazmente a dotar de sentido a ese algo que rondaba en mi cabeza. Entonces escribí: 


Las razones de Anaconda

Quiroga es nombre de tigre, pero también de selva

y como el quebracho, tiene nombre vegetal.

Anaconda es nombre de boa, como el agua,

porque el agua también sabe apretar,

con las ásperas grietas de su ausencia

o el diluvio blanco y feroz de su presencia…

 Recorro las picadas de los Cuentos de la Selva

y siempre regreso redundante a «El Regreso de Anaconda».

Como a fuerza de machete busco una respuesta clara

a esa pregunta que me ronda:

Por qué Anaconda no mató al mensú que yacía herido

sobre los camalotes que la corriente arrastraba sobre el río?

Sé que hubo un infierno terminal en esos días,

el vapor en la sequía enloquecía la selva 

como un páramo de arcilla asesinando esteros que boqueaban apenas todavía.

Los días se arrastraban amarillos de animales durando 

con los ojos grandes y hacia arriba…

¡Cuándo vendrá el agua voraz de serpentinas a revolver locas de verde las orillas!

 Fue en medio de ese desastre tropical cuando Anaconda

y el trópico total aguas abajo se unieron en un plan de lucha hacia la vida.

—¡Hay que cegar el río! ¡Cegarlo de bosques, camalote, fiebre y víboras!

agitaba la asamblea general enardecida 

y el diluvio inminente que Anaconda prometía

a sus hijos acudió como un acto de fe en hidrografía.

Una muralla biológica e inmensa echaría amarras

y no existiría entonces hombre alguno capaz de derribarla…

Aunque el plan fracasara hacia el estuario

el diluvio llegó, caudalosos de estruendo y afluentes

y la fauna derivando en la corriente, revolvía su alegría en rojo y verde.

En esas circunstancias halló Anaconda al hombre

agonizante en la herida transversal de su garganta

y la boa centinela, en su agonía, lo cuidaba.

—Anaconda, matalo!!… Matalo, traidora!!…

exigían las víboras nadando en su reproche,

aunque «en las inundaciones jamás debe abandonar el animal su camalote…»

pero Anaconda desplegaba sus blasones:

—¡Atrévanse a nadar hasta este hombre y no quedará víbora alguna en agua y tierra de Misiones!!

…Cuatro días más tarde expiraba el hombre hacia su muerte.

Lentamente Anaconda fue enrollándose

y junto al vaho fétido de ese cuerpo amortajado en la corriente

fue poniendo sus huevos esperanzada en la vida futura de la especie.

Un día más tarde, otro hombre, profanando aquel santuario

mataría a Anaconda en el estuario…

Recorro las picadas de los Cuentos de la Selva

y hallo historia entretejida en la espesura,

veo a un hombre con dos caras en contienda

con machete, fuego, barcos, ruido y mulas.

Hombres contra animales, animales contra hombres…

y hombres que están contra los hombres, 

en la selva y en la vida…

Por qué Anaconda protegió al mensú herido

 que la corriente arrastraba por el río…?

… Hoy me atrevo a pensar, en esta extraña suerte de fe conjetural,

 si no habría sido aquel mensú un hachero de La Forestal…

Sobre un santuario de verdes camalotes

los cuerpos de una boa y un hombre van flotando…

En esta historia, hombre y boa han sido asesinados.

 1 Alejandro Jasinski. Teófilo Lafuente, el hombre que inspira el monumento a 100 años de La Forestal. https://www.tiempoar.com.ar/nota/teofilo-lafuente-el-hombre-que-inspira-el-monumento-a-100-anos-de-la-Forestal

 2 Osvaldo Bayer. En los caminos vacíos de La Forestal.https://www.pagina12.com.ar/2001/01-07/01-07-07/contrata.htm

Fotografía: Laura C. Ratto

Parque Chas, 17 de Febrero de 2021

El Chasquido es la revista del Colectivo Barrial Parque Chas.

El colectivo surgió en noviembre del año 2015, en medio de la coyuntura electoral, y decidimos seguir juntos, pensando soluciones y revalorizando la política como instrumento de transformación de la vida cotidiana. Trabajamos en el barrio, atentos al otro. Intentamos dar cuenta de nuestra realidad, analizar, pensar y actuar por fuera del discurso hegemónico de los medios de comunicación. Desde nuestra conformación hicimos ciclos de cine debate, peñas, recolección de material reciclable, charlas, encuentros. Seguimos en acción, nos escuchamos, debatimos, nos redefinimos en cada encuentro. Creemos en nosotros como comunidad. La inteligencia colectiva puede más que cualquier proeza individual. Nos reunimos periódicamente en asambleas abiertas. Estamos a la vuelta de cualquier esquina del barrio.