Editorial #6

Identidad barrial

Dicen que barrio proviene del árabe y significa algo así como… exterior salvaje.

Y que paisaje es entorno, paese, un espacio vinculado a la subjetividad y a la representación que hacemos culturalmente de ese espacio.

Y que territorio, algunxs dicen que viene de terra, pero otrxs, de aterrorizar al que se atreva a acercarse…

Y que frontera es una franja… no sólo geográfica…

Mmm… difícil devanar el hilo, quizá habría que dejarlo para lxs sesudxs científicxs sociales. La cuestión es que barrio, paisaje, territorio o frontera son construcciones culturales y como tales son dinámicas y nos incluyen -o excluyen- física o simbólicamente.

Como cuerpos, ocupamos un lugar en el espacio del planeta Tierra, esta bolita en disputa, azul, marrón, y cada vez menos verde… (¡cómo no luchar por la apertura de Agronomía! ¡Y la costa verde y pública de nuestro río!). Al mismo tiempo estamos dotados de la capacidad de simbolizar, y esto lo saben muy bien los poderosos. Pujan sin cesar por desplegar su hegemonía, de múltiples maneras.  En la concentración de medios, en la manera de comunicar y crear realidad, en la producción de sentidos, en la apropiación de territorios, poniendo sellos y nombre a las cosas, a la gente y a las calles de los barrios. Lo hace también ninguneando actores sociales y ocultando páginas de nuestra historia; privatizando lo público y haciendo que lo público pague las deudas privadas; denostando y excluyendo en el lenguaje desde el fondo de la historia (¡cómo no debatir el lenguaje inclusivo!). El poder intenta homogeneizar lo plurinacional y no trabaja por lo intercultural; no reconoce que la vivienda digna es un derecho, como el agua y el aire… y va tapiando los atardeceres para construir en altura fuera de código…

Por suerte siempre hay resistencia en acción, creatividad y búsqueda. En nuestro barrio, en el espacio público -lugar natural del encuentro colectivo- se plantan árboles por la Paz y la Memoria, suenan la caja y el canto ancestral, se bailan danzas circulares,  se pare y edita una Revista. Las postas de reciclado se consolidan junto con los abrazos solidarios y se abren los círculos de las asambleas de vecinxs a vecinxs de otros barrios. También se difunde y promueve la compra a los pequeños productores agroecológicos en el marco del comercio justo. Además, podemos ver cómo se producen, desde lo colectivo, nuevas formas de cuidado, pues, no hay pandemia, ni frontera espacial o simbólica que pueda detener a un pueblo trabajando colectivamente por el buen vivir. 

Si lo cultural alude a las prácticas, significados, creencias, gustos que se heredan y transmiten, y la identidad refiere más a un proceso de identificación, al sentimiento de pertenencia a un colectivo con intereses compartidos, es aquel perfil de identidad barrial el que se encarna en el hacer y en el deseo de este colectivo. 

Más allá de la multiplicidad de actores que forman parte de un barrio y de que la identidad encierra el doble aspecto, entre lo que afirmamos de nosotrxs mismxs y lo que lxs otrxs definen de nosotrxs, son los elementos que dejemos como legado y los hechos históricos que produzcamos los que contribuirán a configurar la identidad barrial del barrio que queremos. Que nuestrxs hijxs y nietxs sepan que, aún en los años de pandemia, con barbijo y distancia, lo seguimos intentando en la acción colectiva.

Pd:  Al Cacique Chas-co que regresó a  los toldos. Si llegase a sus manos este editorial, sepa usted que lo esperamos en la próxima asamblea.

Ilustración de portada:  Dorte Karrebæk

El Chasquido es la revista del Colectivo Barrial Parque Chas.

El colectivo surgió en noviembre del año 2015, en medio de la coyuntura electoral, y decidimos seguir juntos, pensando soluciones y revalorizando la política como instrumento de transformación de la vida cotidiana. Trabajamos en el barrio, atentos al otro. Intentamos dar cuenta de nuestra realidad, analizar, pensar y actuar por fuera del discurso hegemónico de los medios de comunicación. Desde nuestra conformación hicimos ciclos de cine debate, peñas, recolección de material reciclable, charlas, encuentros. Seguimos en acción, nos escuchamos, debatimos, nos redefinimos en cada encuentro. Creemos en nosotros como comunidad. La inteligencia colectiva puede más que cualquier proeza individual. Nos reunimos periódicamente en asambleas abiertas. Estamos a la vuelta de cualquier esquina del barrio.