Marcelo Sternberg, integrante de Vecinos Activos de Coghlan, nos cuenta sobre su colectivo, su recorrido en el barrio. Conozcamos otros colectivos de personas movilizadas por avanzar hacia una sociedad más participativa y solidaria.

Me mudé a Coghlan hace 26 años, venía de Villa Urquiza, más precisamente de “la Siberia”. Ahí tenía mucho contacto con los vecinos y coseché amistades que aún conservo.

Cuando nos instalamos en nuestra nueva casa, más confortable y espaciosa, descubrí esa carencia: los vecinos eran todos desconocidos, nos cruzábamos por la calle y no nos saludábamos. No sabía sus nombres, de qué trabajaban, qué pensaban, y me fui acostumbrando a esta situación. Nos aislamos.

Pasaron años y mis hijas se fueron yendo y nos quedamos solos mi compañera y yo en nuestra casa confortable y espaciosa, y …aislada.

El país dio un giro dramático con la llegada del gobierno del PRO, primero en la ciudad y luego, en el 2015, en el país. Nos enfrentamos a esa nueva realidad política con bronca e impotencia.

En el 2019, desesperados por imaginar que el PRO lograría un nuevo turno de 4 años, buscamos alguna manera de quebrar esa posibilidad. Un día un vecino paseaba su perrito frente a mi casa y reconocí a un periodista y escritor al que admiraba y sabía que era vecino del barrio: Jorge Halperin. Le hablé y coincidimos en que debíamos hacer algo, sin saber bien qué, para torcer esta realidad tan horrible. Pensamos convocar a alguna reunión de vecinos que él conocía y sabía de su forma de pensar.

Así fue que hicimos un primer encuentro en mi casa, y oh sorpresa! : vinieron más de15 vecinos y vecinas. Fue para mí como volver a mis días de la Siberia.

Nos convertimos en los VECINOS ACTIVOS DE COGHLAN. Hicimos a partir de marzo del 2019 nuestro humilde aporte con charlas y debates a los que convocamos a muchos referentes sociales, políticos, intelectuales, periodistas, etc.

Un vecino nos facilitaba su bar sobre la calle Congreso donde llegamos a convocar a más de 150 personas en cada charla debate. Luego, la pandemia y la consiguiente cuarentena, condicionaron la continuidad, pero nos sobrepusimos y continuamos durante 2020 las charlas por zoom con buena aceptación. Tampoco interrumpimos nuestras reuniones semanales: pasamos de la sede del Centro Cultural Tinta Roja, en Congreso y Roque Pérez, a las reuniones virtuales todos los lunes. Las redes, además de planificar nuestras actividades, nos sirven para debatir sobre los temas de coyuntura, sin olvidar los asuntos parroquiales como el cuidado del ambiente, un poco de chusmerío sobre el vecindario, etc.

Los vecinos activos fuimos descubriendo, además, otros colectivos similares al nuestro en barrios cercanos: Saavedra, Villa Pueyrredón, Parque Chas. Con ellos mantenemos contacto y aspiro a que, en el futuro próximo, podamos encarar tareas en conjunto.

Esta ciudad tan rica, tan desigual y tan distinta al resto de nuestro país, está habitada también por personas sensibles y solidarias. Es nuestro objetivo poder cambiar esta condición de exclusión y desigualdad de hoy y avanzar hacia una sociedad participativa y solidaria.

Vecino Activo de Coghlan

Año 2019. Después de un encuentro con charla y debate.

Foto de portada: Laura Ratto

Foto cuerpo de nota: gentileza de Marcelo Sternberg

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

El Chasquido es la revista del Colectivo Barrial Parque Chas.

El colectivo surgió en noviembre del año 2015, en medio de la coyuntura electoral, y decidimos seguir juntos, pensando soluciones y revalorizando la política como instrumento de transformación de la vida cotidiana. Trabajamos en el barrio, atentos al otro. Intentamos dar cuenta de nuestra realidad, analizar, pensar y actuar por fuera del discurso hegemónico de los medios de comunicación. Desde nuestra conformación hicimos ciclos de cine debate, peñas, recolección de material reciclable, charlas, encuentros. Seguimos en acción, nos escuchamos, debatimos, nos redefinimos en cada encuentro. Creemos en nosotros como comunidad. La inteligencia colectiva puede más que cualquier proeza individual. Nos reunimos periódicamente en asambleas abiertas. Estamos a la vuelta de cualquier esquina del barrio.