En un año donde todo fue lo que no tenía que ser. Cuando el aire se percibió como enemigo, cuando los abrazos y los besos comenzaron a ser sospechosos, cuando fue mejor no visitar gente querida para cuidarla en medio de saberes inciertos. Un año en donde muchxs pensaron que volveríamos mejores, otrxs que era medio difícil.
El año de la rata de metal para el horóscopo chino, no nos encontró huyendo por tirantes sino en la búsqueda de salvar vidas. En tiempo récord se aisló el virus y la vacuna se gestó; al mismo tiempo que el más crudo y cruel sistema neoliberal intenta y casi siempre logra decidir quién vive y quién muere.
Se puso de manifiesto, como nunca, el valor de la vida humana para muchxs de nosotrxs, así como el desprecio de los poderosos hacia ella.
Nos repensamos, nos rearmamos, pérdidas sin despedidas, encontrarse en cuadraditos dentro de un cuadrado más grande…
En medio de todo esto y mucho más, aquí algunas reflexiones colectivas.
Espacios
Laura Ratto
Desde adentro miré el adentro y el afuera.
Desde adentro confirmé nuevas posibilidades de expansión del adentro.
Que somos el territorio de los inventos.
Que la acción colectiva …como el musguito en la piedra…
Que lo invisible puede hacerse visible.
Que lo pequeño puede ser letalmente enorme …
Pero también inmensamente vital. Si es con otrxs.
Que lo aterrador puede ser tranquilizador si se es sensible. A lxs otrxs.
Sí que entendí la potencia descomunal del abrazo! La pulsión del deseo!
Pero hay que esperar…
Desde el adentro de mi calle Plaza veo pasar el colectivo.
A veces pasa y se queda adentro.
Yo me quedo adentro del colectivo. El de Parque Chas.
Que cuando todo esto pase, volverá a la plaza.
Experiencia 2020
Antonio Falcao
Año días planos.
Pocos números, algunas letras.
Más lectura, menos ojos, menos espejos quiero decir…
La luz del sol antes devorada desde temprano,
empezó a pasar oblicua, por la ventana.
Los kilómetros y kilómetros de ruta… metros de baldosas.
Las teclas visitadas antes poco, ahora tan familiares.
Y esa luz distinta, geométrica, cambiante y concentrada.
Y esas amistades lejanas, visitándome con lentes de leer.
Al final la distancia me fue extraña, ajena.
Con teclas y pantallas también fue posible
tocar a los otros de otra manera, ahí estaban…
Llegó el momento de volver a andar un poco, y después más.
Una brújula orientó mi quietud, mi movimiento, los de todos.
¿Cómo hubiera sido transitar este año sin ruta?
Nada está asegurado, aunque sospecho que sí la Esperanza…
Impacto del Covid en mentes estructuradas
Martín Mujica
Primero fue algo lejano, luego se aproximó. De repente, casi de un día para otro, alteró la vida diaria consolidada en férreas rutinas.
Hubo que deambular durante un tiempo como un león enjaulado en el reducido espacio de la jaula domiciliaria, sin destino fijo, como perdido en el espacio infinito.
¿Fue una venganza del mundo musulmán por burlarnos, nosotros los occidentales, del burka? Estupideces por el estilo desfilaban por una mente ya perturbada por el encierro y el insólito cambio de vida.
Al tiempo aparecieron otras rutinas a las que hubo que adoptar y adecuarse. Parecía que había más tiempo libre, pero no.
Los días pasaban volando o demoraban años. Y el año se fue.
El cuerpo adquirió una consistencia más gelatinosa.
No contraje Covid, pero tengo síntomas, al menos un síntoma.
Algo desconocido por mí, pero agradable, aunque permanente. No habrá vacuna ni rusa ni china que pueda con él.
La hora y media de siesta todos los días no tiene cura.
Imágenes elegidas por lxs autores.
Parque Chas, 17 de Febrero de 2021