En el año en que se cumplen 100 años de su nacimiento, lo recordamos compartiendo un puñado de poemas, acompañado por la obra “El cantor de Buenos Aires”, óleo del artista plástico Pedro Gaeta
Descubrí tardíamente la obra del poeta, en 2003, en la Petro. Se presentaba una antología de sus poemas, Paseo por la capital, de ediciones Último Reino; allí la actriz Cristina Banegas leyó algunos poemas, también habló la seleccionadora, Lilian Garrido y se leyó parte del epílogo, con la firma de Alberto Spunzberg.
Compré el libro y lo devoré, traté de saber algo más de Luchi, y supe que había nacido en Villa Crespo en 1921 con el nombre de Luis Yanischevsky Lerer. Su familia se muda en 1926 al incipiente barrio de Parque Chas, que luego sería motivo de muchos de sus poemas.
Comunista primero, luego anarquista, siempre librepensador, entre sus amigos se cuentan el artista plástico Pedro Gaeta, el bandoneonista Eduardo Rovira (que era más vanguardia que el mismo Piazzola) y el poeta Alberto Spunzberg.
Murió en 2001 en Barcelona, donde vivió más de 20 años.
Paseo por la capital de la esperanza
Por supuesto será primavera
y de mañana,
los rayos del sol jóvenes.
Me pondré la ropa clara,
presentiré el tibio ambiente.
La naturaleza verde,
la luz clara,
yo estaré limpio.
Atiéndanme como visita
para que lleve recuerdos.
Los pájaros gorjearán,
los nombres emitirán reflejos.
Loas al amor en coro
me trasladarán
de un mensaje
al otro.
Rimaré mi pasado con la risa,
haré nuevas amistades,
entraré en los edificios en construcción
y precisaré un traductor excelente
que lúcido me guíe
en el idioma de los planes para el futuro.
Paseo por la capital del tango
La reina y el rey del plata
disputaban amablemente delante de sus hijos
la legitimidad de uno,
el bastardo.
La enfrentación era irónica,
los dos tenían razón en las ofensas.
En tanto los negros se planchaban el pelo
y los marineros dejaban en los dos puertos su amor,
dentro de los suburbios.
Fechorías en las ciudades viejas,
en las nuevas soñaban con cantarlo en Barcelona,
cuando ya no lo bailaban al caminar,
y decirle a quién no lo entendía
yo, de allí,
me crié en sus veredas.
Ilustración: “El cantor de Buenos Aires” – Óleo 1990 – Pedro Gaeta