Nos llegó la pregunta entre las 8 y las 9 de la noche, muchos en el barrio se habían quedado sin teléfono de línea y Mati, ya sin crédito en el celu, no se podía comunicar con la madre. Era la llamada de todas las noches, si no la hacía la vieja se iba a preocupar. Alguno de esos héroes anónimos del barrio le pasó saldo para que se pudiera hacer el llamado y, todos tranquilos, esperaron la mañana para llamar en masa a Telecom por la caída del servicio.
Esa noche, Chas Có, con cables telefónicos que logró arrancar de los árboles sin hojas ni ramas que crecen en este lugar de dioses, atrapó varias palomas para comer. Las cocinó en un fuego que los indigentes de la esquina del Tornú habían dejado encendido antes de que la policía los llevara nuevamente al albergue, luego se acurrucó bajo el árbol, su sueño esa noche se interrumpió un par de veces por el sonido de la ambulancia. Él no lo vió, pero a media mañana el camioncito de la telefónica estaba reinstalando el cableado.
Continuará
Ilustración de Juleeika: @juleiika @casaelefante