Todavía me acuerdo de los portazos
que di, los gritos que pegué
las lágrimas que lloré
pensando que nunca más
pediríamos delivery de pizza
en la plaza del barrio
No saldríamos más
a la calle
con el sifón de soda
y los vasos de vidrio
con hielo
a paliar el calor
de las noches de verano
Todo este año
me llené de planes
para evitar
que la comida y la bebida
se quedaran solas
esperándonos
Pero ahora que se acerca
de nuevo el calor
voy a sacar la reposera
y mi vaso de soda a la plaza
voy a observar los faroles
y contar cuántas hojas tiene
el plátano. Voy a pensar
si al palo borracho
le creció más la panza
si los perros que pasean
son los mismos
si el aire que respiro
se volvió más denso
si la plata me alcanza
y todavía puedo
usar la plaza como patio
y pedir delivery solo para mí.
Fotografía de Vivi Prado (@vivianaprado60)