Un pequeño país, con pocos recursos y asediado, pudo enfrentar la pandemia mucho mejor que otros grandes, lo hizo con organización y con sus propias medicinas e insumos.
Hoy se encuentra por primera vez en dificultades respecto de la pandemia—lejos de las que pasaron otros países vecinos— y se producen expresiones de malestar. Inmediatamente todos los reflectores de los «sitiadores» señalan con fervor estos acontecimientos.
¿Qué nos hubiera sucedido a nosotros o a cualquier otro país si estuviera completamente bloqueado?
Bloqueado, como Cuba, durante 60 años a la importación, exportación, a la obtención de medicamentos e insumos médicos (incluyendo jeringas), repuestos, bloqueo a navíos, sanciones a aseguradoras de navíos, etc. y hoy, en medio de una pandemia, sin turismo.
El grado de daño, provocado intencionalmente, busca socavar los logros de ese pequeño gran país que no permitió que le impusieran un modelo, que supo elegir y defender su destino resistiendo y construyendo admirablemente.
El enemigo busca el dolor del pueblo, adrede.
«El arte de las sanciones» de Richard Nephew, asesor y experto en sanciones de EEUU, donde reconoce que el objetivo de las «sanciones» es causar dolor al pueblo.
¡Abrazamos a Cuba y seguimos denunciando este atropello político-humanitario!
Fotografías: @vivianaprado60