Imagino que todo barrio tiene una esquina en donde vecinos y vecinas naturalmente van a expresarse ante algún suceso político o social. La esquina de Avenida de Los Incas y Triunvirato es, sin duda, una de esas. Ahí, en la confluencia de Villa Ortúzar y Parque Chas, es donde instintiva y espontáneamente nos reunimos quienes compartimos la angustia e indignación ante la crisis de finales de 2001 y 2002. Fue mucho lo aprendido en esas rondas asamblearias, en donde personas que no nos conocíamos, nos escuchamos, intercambiamos puntos de vista y debatimos sobre cómo generar acciones colectivas bajo modos de organización horizontales como respuesta a la crisis de representación política. Si bien las asambleas fueron menguando y perdiendo fuerza, el aprendizaje de esas vivencias fue aplicado por muchos de nosotros en siguientes experiencias colectivas.
Bastantes años después, en tiempos de Macri presidente, fue a esa misma esquina a donde cientos acudimos luego de la represión a la marcha contra la reforma de la fórmula jubilatoria. También esa fue una de las esquinas que elegimos con el colectivo Los Tambores No Callan* para hacer nuestra acción en repudio al G20 junto a vecines del barrio ante la prohibición de hacerlo en el radio céntrico.
Y fue allí donde, a comienzos de 2019, como respuesta a los tarifazos y el endeudamiento, nos reunimos quienes queríamos interpelar el sentido común macrista, buscando hacer ruido ante tanto silencio mediático. Recuerdo que en esos encuentros con mi amigo y colega percusionista Alfredo trabajamos para transformar esos RUIDAZOS (con los que naturalmente se expresa la indignación) en RITMAZOS, sincronizando los pulsos y la diversidad sonora en un ritmo, abriendo la escucha al otro, para darle potencia, alegría al reclamo **
Por estas y por muchas otras pequeñas acciones colectivas, la esquina de Avenida de Los Incas y Triunvirato es como el centro de una pequeña ciudad, en donde cuando la coyuntura nos llama, dejamos de ser seres individuales y nos transformamos en PUEBLO que se expresa.
*Los Tambores No Callan es un colectivo artístico y cultural que apoya diversas causas sociales y políticas desde la práctica del candombe afro uruguayo. Desde 2008, cada 24 de marzo marcha junto a Madres y organismos de DDHH formando parte de la columna del Frente Cultural.
**Personalmente, hace años que trabajo con talleres de percusión para diversas grupalidades (con niños, adultos mayores, en cárceles, etc) y sé que cuando un grupo de personas puede confluir en un mismo ritmo, el yo se transforma en un nosotros y una energía colectiva emerge.
Foto de portada: Vivi Prado
Fotos: Paula Figueroa @paula_figueroa_dg / Vivi Prado @vivianaprado60